¡Hola hola! vengo muy pero muy feliz a regresar al blog, porque estoy decidida a nunca dejarlo, nunca nunca, por mí y por ustedes, que veo que me visitan semana tras semana sin importar que yo esté ausente. Y aunque pueda sonar repetitivo el cuento, no importa si hay meses en los que no me presento, yo sé que mi lucha sigue y que si tengo mil y un cosas que me separan de sentarme a escribir significa sólo eso: que estoy haciendo algo. Por primera vez siento que estoy haciendo lo que me apasiona y me hace feliz proyecto tras proyecto, que me hace moverme y querer lograr todo lo que no había logrado antes. El 2013 me trajo una inmensurable dicha que me devolvió a la vida, porque era la verdad: con todos esos kilos arriba me sentía como muerta en vida, arrastrando un peso que iba más allá de los números que me arrojaba la báscula, un peso que me privaba de ser yo misma por cargar esa asquerosa inseguridad que era como la piedra del Pípila sobre mi espalda. Pero bueno, eso quedó atrás, fue un escalón que ya veo muy por debajo, aunque tengo que aceptar que todavía no llego al punto donde ese escalón desaparece de mi vista por completo, con cada paso me alejo de él un poco más, subo y subo la escalera y lo haré hasta llegar a la cumbre de mi lucha, a la cima.

Éste año primero que nada descubrí el amor por mí, la importancia de una vida sana y activa y de ser abierta conmigo misma, de no callar las cosas que me atormentan, enfrentar todos mis miedos y trazar un objetivo muy claro: ¡vencerlos! Enfrentar muchos de mis miedos ha sido una travesía para nada sencilla, pero que me ha dado satisfacciones inmensas. Aprendí a confiar no sólo en mí sino en los seres queridos que me rodean, ellos han sido un punto clave en mi lucha contra el sobrepeso, y valores como la honestidad y valentía han sido el puente entre ambas cosas, ser honesto y valiente te abre un sinnúmero de puertas y confiar en tus amigos y familia estando en la lucha te da una fortaleza y una motivación inexplicable. 

Hace un año les compartí una fotografía de la navidad con mis primas, éste año también lo quiero hacer y aquí ésta. Ésta es la fotografía que ya les había compartido el año pasado, para los que no me conocen de ése tiempo soy o bueno ERA la de en medio, la de los rizos rubios jajaja 


Y ésta es la fotografía de éste año, de la Nana que ahora soy (la de la chaqueta de cuero):

  

Si bien no se nota mucho la diferencia del peso y las medidas que los 10kg que he reducido me han hecho dejar atrás, yo si la noto en mí, desde en el tipo de ropa que usaba antes hasta en mi semblante, en la manera en la que resalto y ya no me escondo tras mis primas y tras mis rizos llamativos. Todo es muy diferente ahora. 

Estoy muy decidida a seguir avanzando, a lo mejor no a pasos agigantados como al principio, pero definitivamente no quedarme estancada ni desvanecerme hasta regresar al punto de partida, esa ya había sido una promesa del año pasado, promesa que para nada volveré a hacer porque sigue vigente. Éste año vuelvo al Insanity, quizás hasta me aventure en el Crossfit, quien sabe, todo puede suceder cuando estas motivado ;D 

Me encantaría que a razón de mi experiencia muchas de ustedes personitas que leen éste tipo de blogs y no se han decidido a empezar LO HAGAN, créanme, así empezamos much@s de los que estamos aquí, viendo como los demás se movían y nosotros no hacíamos nada. Es normal sentir culpa o vergüenza, sentir miedo a lo que vendrá, pero el miedo sólo dura un poquito al principio y después ya ni sabes que es.


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